domingo, 9 de agosto de 2015

Música, Emoción y Espiritualidad

Hace ya mucho tiempo que quiero escribir sobre esto. Esta es una reflexión personal que procurará unificar la música con la espiritualidad y la psicología, tal como la vive un servidor y millones de personas en el mundo. Aviso que este escrito no tiene nada de científico, es una valoración subjetiva con la que he coincidido con varias personas.

¿No te has parado a pensar alguna vez por qué, ondas que se mueven en el espacio, tienen tanta influencia en las emociones? Tan solo 5 segundos de una bella melodía podrían hacerte llorar o darte mucha energía.

Partamos desde el principio. 

La creación.

Cuando oyes una canción, estás escuchando el “producto final”. Pero debes pensar que el periodo en que el artista emite la primera nota, hasta que llega a tus oídos (en la radio fórmula, etc..) pueden haber pasado entre una media de 200 horas entre composición, ensayo y producción (piénsalo bien 8 días aproximadamente) quien más, quien menos. No siempre requiere tanto tiempo hay temas que se quedan sólo en composición y la producción forma parte de ella como ocurre en la música electrónica.

Cualquiera que sea el estilo, el músico parte de la nada, del vacío y empieza a componer a partir de una nota, desde el corazón o desde la cabeza o mejor aún ambos juntos. Comenzará a hilar como una tela de araña melodía tras melodía buscando la combinación perfecta entre notas para un instrumento. Esto es solo el comienzo a partir de aquí surge la magia. Tanto si es de corazón como de cabeza el tema “perfecto” vendrá por la combinación más precisa entre lo que ha hilado un instrumento y las melodías que le corresponda hacer al otro, y es así como surge una combinación matemática que será un éxito “sí y solo sí” llega al alma del que escucha y esa construcción de sonidos ha sido la adecuada para, sea cual sea el estilo…, tocar la fibra de quien lo escucha, por lo tanto el alma.

Aquí tienes tema perfecto donde puedes estudiar cómo cada músico va hilando nota tras nota...



El emisor, el canal, el receptor. Un poco de psicología para entendernos.

¿No te has planteado por qué hay músicas que te gustan y otras que no? ¿Más profundo aún.. porqué un estilo o canción que no me gustaba ahora me encanta?

Hemos hablado de, como en cualquier comunicación, existe un emisor (el artista). Esto desde luego es aplicable a cualquiera de las artes y múltiples combinaciones de estas. El artista crea su obra, pero en un código concreto, un código estético que llamaremos en este caso “estilo musical”. No es aleatorio que el artista haya creado esa obra con ese código concreto, lo curioso del asunto es que debido a su personalidad, generará una composición que llamará bastante la atención de aquellos que tengan algún rasgo parecido al artista. Por lo tanto va a haber una sincronía natural entre emisor y receptor. El “código” emocio/racional de la canción, solo lo sabrá descifrar aquella persona que por un motivo u otro tenga esa sincronía con el autor. Hay mucha parte espiritual en este proceso, pues ese código sea cual sea le llegará al alma. Es aquí cuando me adentro a la función espiritual de la música.

Muestro diferentes ejemplos de códigos “estilos”, ¿Cuál logras descifrar? ¿Cuál te llega más?








Música y espiritualidad.

Me adentro a la función espiritual de la música y es la aventura más arriesgada y excitante de todo este texto. Los que amamos la música e incluso tocamos algún instrumento, si estamos atentos nos damos cuenta que hay algo más. Es curioso cuando componiendo una melodía se te ponen los pelos como escarpias, curioso también que ocurra luego en el ensayo con los compañeros, y conmueva del mismo modo al oyente.

¿Qué es la espiritualidad? Extensa pregunta. La espiritualidad no tiene que ver con la religión. La religión es un modo de canalizar y disfrutar la espiritualidad. Desde mi punto de vista es una dimensión cercana a la dimensión del amor, muy cercana, pero no son lo mismo. La espiritualidad es intangible, misteriosa, y está estrechamente vinculada al alma. ¿Acaso cualquier canción que te guste no te toca el alma?. Una te da por llorar, otra por reír, otra por saltar, otra por agredir..., pero vienen a recordarte que estás vivo, y activa zonas de ti, que no tienen que ver ni con el cuerpo, ni con la mente ni con la emoción, es mucho más que eso.

Normalmente cuando escribes una canción ocurre algo… si estás totalmente inmerso en la composición tal vez hayan pasado horas y no te has dado cuenta. Has entrado en ese estado que llaman “flow” creativo. Créeme que si eso ocurre… la sensación es de haber hecho el amor, has creado algo, no es algo mecánico, has entrado en un universo matemático, en el que ha habido sincronía con el instrumento, tu emoción, el universo y todo se ha plasmado en esa idea y secuencia de notas. No es algo sencillo. Supongo que a esto lo llaman las musas, el caso es que cuando estas cosas ocurren… el cerebro debe generar bastante adrenalina y serotonina pues la sensación de felicidad es grandísima. Es una conexión muy difícil de explicar.

¿No te ha ocurrido alguna vez que en medio de una fiesta, bailando y bailando pierdes la noción del tiempo y es como si hubieras viajado?. Ese es el sentido espiritual de la música.

La música normalmente se puede escuchar de diferentes modos y con diferentes objetivos. Créeme que cuando repetimos una y otra vez una canción, es porque ha estimulado una parte del Alma que en ese momento necesitaba ser tocada.

Tras escribir estas líneas quise buscar qué se ha escrito sobre el tema.. y he encontrado cosas muy en la línea pero de una profundidad enorme: Investiga este enlace, es maravilloso.




Música, sociedad y prejucios.



Entendiendo esto, voy a repetir algo que dije hace muchos años en una entrevista para el periódico “Pepe Benavente es Dios”. ¿Te irrita esta afirmación?

Una vez acudí a un baile de una residencia de ancianos, todo iba normal, ancianitos mirándose hablando sentados, música sonando, música de su tiempo, etc… Empezaron a sonar canciones más “modernas” de verbena, y pronto apareció su canción estándar “El Oolvorete”, que también podría ser “Gangnam Style" en otro tipo de fiesta, da lo mismo. Y a partir de aquí surgió la magia, resulta que Pepe Benavente ha logrado estar en sincronía con las diferentes necesidades de gran parte de la población dentro de una cultura.

Hablando de esto… no es necesario que el artista sea espiritual ni tenga inquietudes en este sentido… estamos en un error cuando consideramos que esa obra es nuestra, simplemente nosotros somos el vehículo, un canal… aquellos que consideren que su obra es de su propiedad, el día que falten las musas entrará en grave crisis personal, pues no ha entendido su papel en todo esto.

Bien. Surge el efecto que quienes adoran una música, más si tiene un carácter de cultura urbana, suelen detestar el resto. Ese es un fenómeno normal pues muchas veces nos vinculamos a la música que nos va a reforzar nuestra identidad, por lo tanto rechazamos aquella en la que nuestra identidad se vea en peligro. Al fin y al cabo, es una limitación, al igual que podemos disfrutar de las diferentes comidas del mundo, ¿Por qué no disfrutar de la amplitud del abanico musical sin prejuicios?  Si te irrita, pues también está tocando algo de tu alma que aún no vive en libertad plena.

Músicas extremas, oscuras y espiritualidad.

Muchas veces se asocia el vínculo música-espirituralidad, a un tipo de música tipo “New Age” “Godspell” etc. Cierto es que pueden tener unos códigos más armónicos que ayuden al oyente a entrar en terrenos luminosos y esperanzadores de su alma, pero… no necesariamente tiene que ser así.



Mucha gente que detesta o no soporta este tipo de códigos “newage” puede también sentir esta conexión espiritual. El caso es tocar el alma. Algunas músicas “extremas” van focalizadas a un alma en desarrollo un alma cargada y ávida de nuevas experiencias, muy profundas, dolientes etc…

Dime algo.. ¿crees que hay espiritualidad en esta canción... ?


Créeme que este tema está cargado de espiritualidad. Tanto o más que algunos de estilo más new age. Los códigos de este tema tal vez no los entiendas, pero tiene tantos elementos neo-clásicos que si quitaramos distorsiones, velocidad, baterías y dejáramos solo piano, cambiáramos guitarras por violines etc... te conmovería sin duda!

Hace poco un paciente me dijo.. a mí me gustaba “The Cure”. Vi en él un contenedor inmenso de desarrollo espiritual. Pues es la sensibilidad de estas personas las que hacen que su alma “llore” ese es otro modo de vivir la magnitud de la espiritualidad. Hay algunas músicas que son profundamente dolorosas, como el “Doom Metal”. Es curioso como esta música en muchos casos utiliza componentes religiosos. 




Uno de los más claros ejemplos de que había una espiritualidad latente dentro de sus composiciones caóticas son el grupo Inglés Anathema. A lo largo de sus 25 años de carrera, han pasado de canciones que hablan de caos y desilusión a una música luminosa y grande.
Me ha gustado este artículo al respecto.


Actualmente sus mejores veladas suceden dentro de Catedrales Inglesas.




Música, emociones y beneficios.

Quisiera terminar esta reflexión con una muestra de los beneficios de abrirnos a la música en nuestra vida. A más mejor.


Sin duda podría seguir escribiendo durante horas sobre el asunto, tal vez me anime en otra ocasión a hacer una segunda parte. Sí que me encantaría conocer tu punto de vista y conocimiento sobre ello, y por eso te animo a que comentes este artículo! Ha sido un placer escribirlo!

Me despido con mi banda favorita, los únicos QUEEN y un tema muy emotivo y "espiritual". ¿Quién quiere vivir para siempre?


El sonido favorito de Dios es el sonido de Su Música interna. Esta Música interna es la música de la transformación de la Tierra y de la perfección de la vida de la humanidad.

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