martes, 14 de mayo de 2013

Técnica para vencer los DEBERÍA… // TENGO QUE…


Uno de los pensamientos negativos más paralizantes son los “Debería…” . Tal vez no lo hayas pensado hasta ahora, pero siempre que te aparece un “Debería…” en tus planes está generando en ti frustración, mucha o poca, pues viene exactamente de ahí, de la frustración.

Antes de explicar esta sencilla técnica para librarnos de ellos, vamos de donde surgen los “Debería…” desde mi punto de vista.

Todos somos alguien en el presente. Este alguien tiene sus características positivas y negativas, así como sus planes, objetivos, ocio etc… . A este alguien lo voy a denominar  “YO REAL”, y es el que nos da identidad, somos así.
Bien, pues algo común es que no estemos contentos con algunas características de nuestro “YO REAL”. Esto puede venir por dos motivos principales… “Quiero mejorar mi yo real y ser la mejor versión de mí mismo” o “Le doy mucha importancia a mi otro yo… el YO IDEAL”.

¿Qué es el YO IDEAL?. La respuesta es sencilla… “Todo lo que me gustaría ser…”. Hay que tener mucho cuidado con el YO IDEAL, y atender por qué se ha formado… puede ser por experiencias personales, por comparación, por presión de los demás… etc… .

Es momento de poner un ejemplo:

YO REAL: soy inteligente, atento, afectivo, flaco, pálido, introvertido. (y así soy)
YO IDEAL: soy inteligente, atento, afectivo… pero… soy flaco, pálido, introvertido.
Bien… pues el “DEBERÍA…” y su hermano gemelo TENGO QUÉ… es el puente entre estos dos “YOES”,

Por lo tanto para conseguir mi “YO IDEAL”, me aparecerá por norma este pensamiento: 

“Debería ir al gimnasio para ganar musculo, tengo que ir a la playa para ponerme más moreno, Debería ser más simpático y relacionarme más con los demás”

Y aquí empieza una noria de sentimientos y emociones que más que ayudarnos nos entorpecen, aparece culpa, aparece exigencia y autojustificación.

Por tanto ““Debería…”supone muchas veces una falta de aceptación y reconocimiento de aspectos de ti que consideras negativos. Cuando aparece un “Debería…” aparecen de la mano otros conceptos:
Exigencia: a ser o hacer aquello que debería.
Frustación: si llevo tiempo pensando en que DEBERÍA hacerlo y no lo hago.
Y por último y más importante DEBER… ¿acaso el cambio personal o la mejora tiene que ser un deber?, ¿y si lo hacemos desde el DEBER.. realmente estamos haciendo ese esfuerzo con el gozo y cariño que requiere?.

Tras esta introducción; es el momento de aprender una técnica sencilla para...... 


DESMONTAR Y DESENMASCARAR LOS DEBERÍA.

  1. Localiza el DEBERÍA.
  2. Ahora… el paso más importante… cámbialo por “YO QUIERO…”
  3. Una vez cambiado… interioriza ese “YO QUIERO… y analízalo..  ¿por qué quieres llegar a ahí? ¿realmente es el momento de hacerlo?

4.            Jamás vuelvas a cambiarlo por DEBERÍA…

La técnica termina ahí… ahora pueden haber dos resultados.

*Uno.. que te lances al fin a hacerlo.
*Otro.. que tras analizarlo te des cuenta que, realmente “NO QUIERES!!” o  “Este no es el momento”, y de este modo… has matado uno de tus tantos DEBERÍAS… en principio no tendrá porqué volver a aparecer.

¿Cómo funciona esta técnica?

El DEBERÍA… es paralizante, se ancla en el futuro y tiene su origen en el pasado, proviene de una frustración y exigencia, y genera frustración y exigencia, pero no movimiento.

El “YO QUIERO..” ya implica presente, y motivación intrínseca por lo tanto es el inicio para comenzar (o no) la tarea que tenías pendiente en el… dichoso y negativo... “DEBERÍA…”




Te animo a que empieces tu batalla con los DEBERÍA desde este momento… para esto termino con el último ejemplo que servirá para aquellos estudiantes que se preparan para la PAU, o exámenes de final de curso.

DEBERÍA.. ponerme a estudiar esta tarde….

                       Yo Quiero ponerme a estudiar esta tarde…

¿Por Qué?... porque es el único modo de conseguir mi objetivo que es aprobar. ¿es el momento?, sí.. pues mañana tengo el examen.

sábado, 4 de mayo de 2013

"... no seas niña ¡¡Poco hombre!!": LOS COSTOS DE LA MASCULINIDAD TRADICIONAL.


    Al fin me he animado a continuar el hilo comenzado algunos meses de este artículo en el que hablo sobre el proceso de aprendizaje de la identidad masculina y el modelo de hombre tradicional.

Me aventuro en este tema, pues estamos en una época en el que ese modelo tradicional empieza a causar más costes que beneficios, y los costes son bastante graves, tanto en la escuela como en el trabajo como en las interacciones sociales en general…

El contenido de este post será medianamente extenso, por esto, retomo lo escrito en la anterior publicación… a modo de introducción…

... la identidad masculina se ha consolidado mediante un proceso de protección frente a dos amenazas: la feminidad y la homosexualidad. De ahí que la dominación masculina se ejerza no sólo contra las mujeres, sino también (y en ocasiones de una manera aún más cruel si cabe) contra otros hombres cuya orientación homosexual es vista como afeminada, o cuya conducta personal y social se aleja de los cánones del arquetipo tradicional de la virilidad y de la masculinidad hegemónica.

En este artículo quiero continuar con un extracto de la obra “Ser hombre” Keith Thomson – Kairós. En él se incluyen diferentes extractos de numerosos artistas y personajes sociales referentes a los diferentes modos de ser hombre… y Cooper Thomson incluye esta reflexión “los costos de la masculinidad”.. cita así:

“Los costos vinculados a un tradicional planteamiento de la masculinidad, son enormes, y los daños se producen tanto en un nivel personal como social. La creencia de que un chico ha de ser fuerte (agresivo, competitivo y osado) puede provocar en él dolor emocional. Mientras unos pocos chicos experimentan el éxito a corto plazo de su energía, a largo plazo  la seguridad es menor. En cambio, eso lleva a una serie de desafíos en que pocos chicos salen finalmente  vencedores, si es que sale alguno.

No es seguro estar en lo alto cuando tantos otros chicos compiten por la misma situación. Ser duro también comporta crecientes posibilidades de estresarse, de recibir daño físico, e incluso de morir de forma prematura. Se considera varonil correr riesgos físicos exagerados y comprometerse voluntariamente en actividades combativas, hostiles.

La otra cara de la moneda de la dureza, la delicadeza, no es una cualidad que se considere masculina y , así, no se valora. Por eso tales hombres experimentan una creciente distancia emocional con respecto a otras personas y tienen pocas posibilidades de participar en relaciones personales significativas. Los estudios realizados muestran de forma suficiente que los padres (masculinos) dedican mucho menos tiempo a relacionarse con sus hijos.

Cuando los chicos se hacen mayores y aceptan los papeles de adulto, aparece con claridad el amplio costo social de la masculinidad. Muchas mujeres experimentan la resistencia varonil a una expansión del papel femenino; uno de los supuestos de la masculinidad tradicional es que las mujeres han de estar supeditadas a los hombres. La consecuencia es que los hombres muy a menudo no están dispuestos a aceptar a las mujeres como iguales, como compañeras competentes en el terreno personal y  en el profesional. Sea en el terreno de la relación sexual, la familia, las calles o el campo de batalla, los hombres están siempre comprometidos en el esfuerzo de dominar.

Las estadísticas relativas al maltrato de niños indican de forma clara que una amplia mayoría de los que les maltratan son hombres, y que no se puede tratar de algo típico. La violación es el delito en más rápido crecimiento en Estados Unidos. Y son los hombres, no importa de qué nacionalidad, quienes provocan y mantienen las guerras. Dicho brevemente… la masculinidad tradicional es una amenaza contra la vida. "

Es cierto que este fragmento y su contundente final, está sesgado y es algo catastrófico, pues no tienen en cuenta a todos aquellos tantos hombres y niños que no se identifican con el modelo tradicional. 

El texto al igual que la intención de estos artículos por mi parte es simplemente poner el foco de atención a esta construcción de identidad, pues sigue existiendo, del mismo modo que también tiene sus beneficios (de los que hablaré en el próximo post). 

Es importante tenerlo en cuenta pues pese a que “el modelo tradicional es una amenaza contra la vida” nos resulta un tanto ajeno y tremendista, sí que nos rodeamos de modelos tradicionales muy dañinos, por ejemplo en las escuelas, bullying, donde el grupo homogéneo defensor del modelo tradicional, humillan a aquel que no sigue ese modelo, o sea, el débil, el diferente, el raro, el sensible….

En el próximo post hablaré de cómo socializar a los chicos, y que factores positivos tiene este modelo tradicional de un modo sano.

Alucinaciones Visuales Musicales: Ver notas de música y partituras.

Ha llamado poderosamente mi atención este artículo en el portal NOTICIAS DE LA CIENCIA. 

"El Dr. Oliver Sacks, profesor de neurología y escritor, ha investigado un tipo inusual y llamativo de alucinaciones: Las de personas, por regla general con formación musical, que experimentan alucinaciones visuales en las cuales ven partituras imaginarias. En algunos casos, pueden llegar a leer una parte, pero la música resultante es anómala y disonante, o incluso a veces resulta imposible de interpretar.

Para su nuevo trabajo, el Dr. Sacks, de la Escuela de Medicina en la Universidad de Nueva York, ha tomado como punto de partida el estudio realizado en el año 2000 por el grupo de Dominic Ffytche, el cual delinea más de una docena de tipos de alucinaciones, particularmente en relación a personas con el Síndrome de Charles Bonnet (un trastorno que hace que pacientes con pérdida visual experimenten alucinaciones visuales complejas). Aunque Ffytche considera que las alucinaciones de notación musical son más raras que otros tipos de alucinaciones visuales, Sacks dice que su propia experiencia es diferente.

"Quizás porque he investigado varios síndromes musicales", explica el Dr. Sacks, "y la gente a menudo me escribe sobre esto... he visto o mantenido correspondencia con una docena o más de personas cuyas alucinaciones incluyen la notación musical o a veces consisten exclusivamente en eso".

Sacks detalla ocho fascinantes casos analizados de personas que han experimentado alucinaciones de notación musical. Entre estos casos, figuran los siguientes:

- Una mujer de 77 años de edad con glaucoma que escribió sobre sus "ojos musicales". En todo aquello que miraba, ella veía notas, claves, líneas, espacios... música escrita, en definitiva.

- Un cirujano y pianista con degeneración macular, el cual veía música ilegible e imposible de interpretar en un fondo blanco.

- Un académico especializado en sánscrito que había desarrollado el Mal de Parkinson a los 60 y tantos años de edad y que posteriormente experimentó alucinaciones de música escrita con apariencia estética de sánscrito. "A pesar de la naturaleza exótica de la caligrafía, el resultado sigue siendo música occidental", afirmó.

- Una mujer que veía notación musical en el techo de su alcoba al despertarse por la mañana.

- Una mujer que no tenía formación musical, pero que en su infancia sufrió alucinaciones cuando tenía fiebre muy alta. En esas alucinaciones, ella sentía que las notas estaban enojadas, y eso le provocaba una gran inquietud. Las líneas y las notas se descontrolaban y a veces se concentraban en una bola.

Llama la atención el hecho de que, de esos ocho casos analizados que ahora ha estudiado el Dr. Sacks, siete tienen como protagonistas a músicos con buen nivel como tales. Esta circunstancia también le llama la atención al Dr. Sacks: "Quizás esto sea una coincidencia, pero hace que uno se pregunte si hay algo sobre las partituras musicales que sea radicalmente diferente a las formas escritas de los idiomas". Es difícil valorar esta posibilidad, pero ciertamente las partituras son mucho más complejas visualmente que las formas escritas de idiomas como por ejemplo el inglés y otros. Una partitura no es una mera secuencia de notas sino que también incluye indicaciones pormenorizadas sobre el modo de tocar las notas.

El propio Dr. Sacks reconoce padecer él mismo una forma leve del Síndrome de Charles Bonnet, por culpa de la cual ve diversas formas simples cuando mira a una superficie en blanco. Cuando Sacks volvió recientemente a tocar el piano y a estudiar minuciosamente partituras, comenzó a ver, en las superficies en blanco, algunos signos de notación musical en vez de tan sólo esas formas simples.

Otro rasgo significativo de estas singulares alucinaciones musicales es que, al igual que ocurre con las alucinaciones de formas escritas de idiomas, por regla general son ilegibles. Al principio puede parecer posible interpretarlas, pero al examinarlas más minuciosamente, a menudo se descubre que la música es disparatada o incluso resulta imposible interpretarla."


Tras leer la noticia me vino a la cabeza un vídeo editado hace muy poco del Artísta IAMX - ¡¡Que lo disfrutes!!