martes, 26 de marzo de 2013

¿ADICTO AL MÓVIL? parte 1.


Con la aparición de los Smartphone, nace una nueva concepción del mundo y de nuestro tiempo “estar todo el rato conectados”. La apertura en la comunicación posible con estos dispositivos escapaba a todos cuando vimos por primera vez un móvil, a alguien hablando por la calle con ellos y los tachábamos de raro, egocéntrico, histriónico ¿nos hemos convertido todos en eso?. Parece ser que no, simplemente nos han inyectado una necesidad.

Hace un año, nos resultaba extraño ver a alguien “conectado” al whatsapp, hoy, ya está más normalizado. El objetivo de este texto es presentar algunos estudios sobre cómo estos nuevos de comunicación están influyendo en nuestras habilidades sociales y nuestras necesidades “de estar conectados” a la información, a nuestros contactos y a una vida virtual.

Hace no mucho me alarmó la noticia de que comienza a existir “fobia a quedarse sin batería, o dejar el móvil atrás”. Esta fobia si no recuerdo mal se daba en el 8% de los estudiantes universitarios. Recordemos que en la fobia se experimenta una ansiedad tan grande, que es irresistible, y que solo hay dos vías, la afrontación o la evitación del estímulo aversivo… en este caso, los estudiantes tendrían que ir corriendo a sus casas a buscar el móvil, esa es una conducta de evitación… ¿pero cuál es el estímulo aversivo?... ¿el mundo real?. Es realmente preocupante esta dependencia.



Las nuevas generaciones han nacido en la época de las nuevas tecnologías. Chicos de 14-16 años no conocen los “modos tradicionales” de comunicación, por ejemplo el teléfono, y consideran que el no poder comunicarse por mensajería instantánea es definitivamente no existir, no hay otra vía, no conocen otros modos.

Como ven, personalmente soy algo negativo con el asunto, he encontrado numerosa literatura sobre esta nueva conducta “adictiva”, por eso dividiré por entradas este artículo, pues me resulta una conducta social muy interesante.

En esta primera entrada introductoria hablaré por encima de la “conducta adictiva” ¿es realmente una adicción el móvil como puede ser la ludopatía, drogas, sexo.. etc..?

El director del Instituto Semel, sentencia: “los ordenadores y los móviles son como cocaína electrónica”, ya que provocan ciclos de euforia seguidos de periodos de manía y profunda depresión. “los mecanismos neuronales que refuerzan la dependencia al alcohol o la heroína pueden conducir a conductas tecnológicas igualmente compulsivas y destructivas”. Una investigación realizada en Corea del Sur, vinculó la adicción a internet con un encogimiento de entre el 10% y el 20% de la zona neuronal responsable del lenguaje, la memoria, el control motor y las emociones. Pero más alarmante es que esa merma no se frena: cuanto más tiempo pasa el afectado en la web, su cerebro muestra más signos de atrofia.

La obsesión por la conexión responde a una serie de recompensas ocultas; cada llamada o cada correo electrónico puede ser una oportunidad profesional, sexual o social. Cuando parpadea la pantalla del ordenador o móvil avisándonos de que alguien se ha “acordado de nosotros”, no podemos resistir la tentación de leerlo de inmediato. Si respondemos a esas llamadas recibimos una pequeña recompensa. Estas llamadas “son sacudidas de energía que recargan el mecanismo de la compulsión, algo parecido a lo que experimenta un jugador cuando aparece una nueva carta en la mesa”.

Los enganchados reconocen que con solo arrancar el ordenador sienten un estallido de buen humor, subidón que alcanza su máxima conducta cuando abren sus webs favoritas. El cableado del cerebro que controla estas reacciones implica dopamina, un neurotarsmisor que modula todo tipo de actividades que conlleven recompensa, castigo o exploración.

La dependencia es tal que los investigadores han identificado el síndrome de vibración fantasma: cuando echamos en falta una llamada o necesitamos comunicarnos, nuestro cerebro nos envía esa sensación sin que el aparato nos avise de nada.

Esto es todo por el momento, muy negativo por lo pronto, pero en la última entrada de esta reflexión expondré otras propuestas más positivas y también modos de “aguantar sin estar conectados” para que esto no sea foco de nuestra ansiedad.

Por último nombro un estudio de la Universidad de Maryland en la que pidieron a mil estudiantes de todo el mundo que se abstuvieran de consultar cualquier medio de comunicación y usar sus dispositivos digitales – móviles, tablets y ordenadores – durante un día completo. Muy pocos lo soportaron. “No sabía qué hacer conmigo”, confesó un joven inglés. “En algún momento me sentí muerto”, llegó a decir un Argentino.

Cuanto menos es preocupante.



En unos días segunda parte....

lunes, 18 de marzo de 2013

Nos educan para no correr riesgos


En esta ocasión me he decidido a pegar un extracto del libro “20 Pasos hacia Adelante” de Jorge Bucay (médico y psicoterapeuta gestáltico).

En él el autor nos muestra cuáles son en su opinión los 20 pasos hacia la cercanía de la autorrealización. Son estos:

  •     Trabaja en conocerte
  •     Decide tu libertad
  •     Ábrete al amor
  •     Deja fluir la risa
  •     Aumenta tu capacidad de escuchar
  •     Aprende a aprender con humildad
  •     Sé cordial siempre
  •    Ordena lo interno y lo externo
  •    Transfórmate en un buen vendedor
  •    Elige buenas compañías
  •    Actualiza sin prejuicios lo que sabes
  •    Sé creativo
  •    Aprovecha el tiempo
  •    Evita las adicciones y los apegos
  •    Corre solamente riesgos evaluados
  •    Aprende a negociar lo imprescindible
  •    Iguala sin competir
  •    No temas al fracaso
  •    Vuelve a empezar
  •    No dudes del resultado final


Dentro del interés general de todos los pasos, me ha llamado la atención el referente a NO TEMAS AL FRACASO, puesto que considero que es este y no otros el que puede condicionar a todos los demás. 

El extracto nos induce a la reflexión sobre “¿Cuánto miedo tenemos a hacer las cosas mal? ¿Cuánto miedo tenemos a hacer las cosas mal delante de otros? ¿Cuál es el peso de esto para que nos presionemos a hacer las cosas bien? ¿cuál es la exigencia que eso nos supone? ¿merece la pena?.
Por tanto, para superar miedos, etc.. en cualquier proceso terapéutico siempre hay un componente ensayo/ error en cual hay que modelar y buscar su lado positivo, y no es otro que  aprender de ese error y actualizar tus aptitudes y actitudes para poderlo afrontar de nuevo desde otra perspectiva, en definitiva, CRECER.

Dice así:

El desarrollo personal, representa a la vez meta y desafío, y es condición propia para la realización, así como estación forzosa para descubrir nuestra capacidad de ayudar a los otros.
Pero a este crecimiento interno, tal como lo concibo, no puede acceder más que atreves de la experiencia cotidiana de vivir y de equivocarse. Aprender es la cosecha de crear lo vivido, mucho más que un mero ejercicio intelectual.

De hecho, desde lo pedagógico, sólo se puede aprender desde el error. Si haces algo bien desde la primera vez, puede ser que halagues tu vanidad, pero no aprendes nada. Ya lo sabías.
Si está en juego tu vanidosa lucha por el éxito, tus alegrías provendrán solamente del logro de lo perfecto. Si lo más importante está en el aprendizaje, y con él el crecimiento, entonces equivocarse será parte esencial y deseable del proceso. Aunque nos equivoquemos, es constructivo haber hecho lo hecho. Al menos alguna cosa habremos aprendido de este fallo. Tal vez aprendimos que ésta no era la manera; tal vez que éste no era el momento; tal vez que ésa no era la persona o quizá ¿Quién sabe?..., que hacer eso no era tan sencillo.

Nuestro temor a equivocarnos es el resultado de nuestra educación. Desde la niñez, no han dicho que debemos intentar no cometer errores. Y ésta es una de las enseñanzas más importantes en todas las sociedades del mundo, la más condicionante de las pautas de nuestra cultura y más dañino de todos los mandatos.

Sobrecargamos a los niños con más y más exigencias de acertar y, por eso, lógicamente los condicionamos para creer que necesitan siempre a alguien, más poderoso o más autorizado, que les diga qué es lo adecuado y lo inadecuado de sus creencias. Queremos padres que nos enseñen qué está bien, para protegernos de todo mal; queremos leyes duras que decidan qué debemos hacer y quiénes deberíamos ser, y que castiguen con crueldad a los que estén de acuerdo; queremos gobernantes celadores que nos carguen de mandatos, razones y amenazas para que la sociedad no cometa más errores y no tengamos más sorpresas ni sobresaltos. 

De alguna manera, actuamos como si no quisiéramos crecer; como si nos gustara seguir siendo niños, deseando que se ocupe de todo; alguien que, desde arriba, en el sentido político, geográfico o divino, nos obligue a todos a hacer “lo correcto” y nos proteja de la soledad, del abandono, del dolor y del desprecio de los que no nos permiten equivocarnos. De muchas formas, estamos entrenados para evitar el error, y sólo haciéndolo y esperando lo mismo de los demás nos sentimos seguros.

Te propongo que nos reíamos juntos de ti y de mí, de todas las veces que actuamos como el protagonista de esta historia.


Un hombre invita a una amiga a ver una película, de aventuras. En la puerta del cine le cuenta él que ya la ha visto y que le gustó tanto que ha decidido volver.
A la mitad de la película, él le dice:

- ¿Qué apuestas a que cuando llegue el piso, no entra?
- Pero si ya has visto la película… - Lo increpa la joven.
- Sí. Qué te apuestas a que no entra en el piso…
La chica no contesta, pero en la película el protagonista entra en su piso y es golpeado salvajemente por los que le estaban esperando.
El hombre mira a la mujer, que lo contempla con sobresalto y le explica:
- Es que pensé que después de la paliza que le dieron ayer hoy no iba a entrar….

Gracias a mi madre por invitarme a leer el libro.

lunes, 11 de marzo de 2013

Uso del Audiovisual en Terapia


Al mismo tiempo que me dispongo a escribir este documento de presentación sobre lo que es el audiovisual en la terapia psicológica, se edita un libro muy revelador llamado “Cineterapia” el autor, Frances Miralles - novelista, músico y periodista especializado en psicología y espiritualidad-. 

El libro hace un repaso por el significado psicológico de 35 películas y su función terapéutica y su sinapsis narra así: 

“Muchas personas recurren a conferencias, cursillos, terapeutas y maestros de todo tipo para hallar una guía en momentos de confusión o simplemente para mejorar cualquier aspecto de su vida: sentimental, profesional o espiritual… y olvidan que los genios del séptimo arte han plasmado en la pantalla historias tan inspiradoras como fábulas, películas que nos dejan una huella profunda y nos impulsan a realizar cambios”

Al mismo tiempo incluye esta cita de Carl Gustav Jung.

“El cine, como las  historias de detectives, hace posible experimentar sin peligro toda la excitación, pasiones y deseos que debemos reprimir para el buen orden de la vida humana”

Sin adentrarme en una reflexión profunda sobre por qué es importante el arte, en este caso el cine… puede ser exactamente por lo que nombra Jung, nos permite experimentar esas emociones, muchas veces sepultadas por el buen orden de la vida humana, si la película nos ha gustado es porque nos “ha movido” un jardín de sensaciones físicas y emocionales así como caer en la cuenta de muchos asuntos que nos resuenan en nuestra vida cotidiana. Esta función la cumple también otros tipos de arte, literatura, música, pintura, fotografía, etc…, pero tal vez en el cine alcanza su máxima expresión al contener todos estos componentes en un solo formato, y con esto la capacidad de abstracción es enorme.

Todos estamos familiarizados con la capacidad de abstracción del Audiovisual, para esta capacidad de abstracción se requiere atención y la concentración, sin duda existe mucho interés. Podemos pasar tres horas viendo una película y querer más, un día de video juego, o largas sesiones musicales. Pero muy pocos aguantamos una conferencia, clase, o exposición durante largas horas sin descanso.
De aquí la importancia del uso del audiovisual en la docencia, algo donde no voy a entrar en este texto. El objetivo del mismo es hacer una breve introducción de todo lo que puede dar el audiovisual dentro de la terapia psicológica.

El contenido del curso, en un principio iba a ser escueto, puesto que yo tenía conocimiento de los modos de utilización del audiovisual a nivel técnico (como herramienta) y ciertas prácticas en terapia individual y grupal del tipo de uso al que alude Jung. A medida que fui investigando he visto que el uso del Audiovisual es inminente y cada vez más extenso dentro de la psicología, ya no solo quedándose en un vehículo o medio para la terapia sino siendo Terapia en sí mismo, un ejemplo de esto es la VideoTerapia, un modo de Arteterapia, dentro de esta también encontramos la Musicoterapia, más conocida.

A grandes rasgos me aventuro a hacer un esbozo de marco teórico de cómo se utiliza el Audiovisual en Terapia. Esta puede utilizarse de “Fuera hacia dentro” y de “Dentro hacia fuera”, al mismo tiempo, servir como “Herramienta, Vehículo”, o ser “Terapia en sí misma”. Con estas categorías pues, se pueden hacer múltiples combinaciones.

Explico qué quiero decir con cada una de ellas:

* “De fuera hacia dentro” quiere decir cuando es el audiovisual quien impacta en la persona, es decir, es un estímulo. Es lo que ocurre con el cine.

* “De dentro hacia fuera” quiere decir cuando el audiovisual es un medio de expresión creativa, es decir, supone crear una obra con soporte audiovisual.

* “Herramienta, Vehículo” quiere decir cuando se nos sirve tanto como herramienta técnica (grabación de una sesión por ejemplo) como vehículo (acompañar una relajación con música, por ejemplo). Un ejemplo en esta categoría podría ser el Uso de la Realidad Virtual para tratamiento de fobias específicas (VirtualRet, España)

* Por último: “Terapia en sí misma”, que actúa tanto de dentro hacia fuera como al contrario, y suponen un conjunto de ejercicios y prácticas con un objetivo terapéutico concreto. Es el caso del trabajo del Autoconcepto mediante la Videoterapia (Espaciointerno, España).

Por lo general son desconocidas y poco utilizadas tanto como herramienta, como terapia en sí misma, pero su utilidad cobra mucho valor por ejemplo en entrevistas de peritaje forense, donde la grabación tanto en video como en audio de la declaración enriquece mucho la recogida de información frente a las clásicas anotaciones papel y lápiz.

Este texto constituye una introducción al Tercer Módulo del Curso On-Line “El audiovisual como herramienta de Trabajo”, para más información www.mptpsicologo.es.

En él nos adentraremos en numerosos modos de aplicar el Audiovisual en terapia, y estudiaremos las diferentes literaturas, investigaciones, proyectos y autores que hacen del Audiovisual su mano derecha en terapia. Algunos ejemplos son:

* Proyecto SETI. Estimulación interactiva para personas con parálisis cerebral en grados moderado y serveros.
* Sistema SoundBeam (Terapia Sonora). Niños con parálisis cerebral, autismo y dificultades del aprendizaje múltiples y profundas. Phill Ellis
* TSC (Técnica de Secuencia de Cine). Rueda Cuenca, M. O
* Taller de Videoterapia Experimental (Impartido por Rueda Cuenca, M. O en Espacio interno).
* La música como terapia a la Fibromialgia: silenciar la enfermedad fantasma (Elena Goicoechea calderero)
* Uso de la Realidad Virtual para fobias específicas (VirtualRet, España)
* Experiencia de vídeo-animación con terapia artística en hospital psiquiátrico de Madrid (Nieto B., Mampaso A.)
* Recursos audiovisuales en terapia sexual y de pareja (Universidad de Barcelona) 
* Videodiversidad funcional (personas con discapacidad funcional) 
* Videoterapia como modalidad cognitivo-conductual aplicada a pacientes alcohólicos 

Estos estudios, y aplicaciones son un ejemplo de una modalidad terapéutica que aunque aún está en sus raíces, está logrando muy buenos resultados.

Por último incluyo un vídeo ilustrativo referente al curso "Uso del Audiovisual como herramienta de Trabajo" . Para más información sobre el curso, su contenido y el resto de módulos: www.mptpsicologo.es